
Los pitufos constituyen una comunidad criminal de pequeños seres azules dedicados a la delincuencia organizada especializada en corrupción y en blanqueo de capitales (ver Delito de blanqueo de capitales: pitufeo o smurfing, El juez abre en canal las cuentas de los ‘pitufos’ de Rita Barberá, Anticorrupción llevará a juicio el ‘pitufeo’ del PP de Valencia)
Su organización gira en torno al «partido», una asociación, como otras mafias se refieren a la «sociedad», la «familia», el «sindicato» o la «cosa nostra», con una estructura compleja y jerarquizada para la práctica de estrategias delictivas.
La cúpula dirigente, capos o papás pitufos, opera fuera del control del pueblo y de las leyes en beneficio propio organizando extensas tramas de corrupción que involucran a muchos pitufos disciplinados: colaboradores necesarios, cómplices mudos, simpatizantes agradecidos y votantes mediatizados.
La asociación confiere a estos pequeños seres azules un gran poder (ser «uno de los nuestros» tiene recompensa) y sus largos tentáculos sobre instituciones y poderes fácticos les arroga sentimientos de impunidad.
La aldea de los pitufos se rige por el código de la ley del silencio u omertá y por una fuerte disciplina interna. El hermetismo y la opacidad son reforzados por un lenguaje propio dentro del partido. Es habitual que no usen nombres propios para tratarse entre sí, pudiendo referirse a otros pitufos por alguna cualidad; tenemos así al Pitufo Bigotes, la Pitufina Jefa, el Pitufo Empalmado, el Pitufo Curita también conocido como el Pitufo Trajeado, Pitufo Don Vito, Pitufo Albondiguilla, el Pitufo Luis El Cabrón…
Además, para aumentar el nivel de secretismo solían utilizar una lengua peculiar que entremezcla la palabra pitufo en su discurso, ya sea como adjetivo (pitufado/a) o como verbo (pitufar), pero esta práctica la han ido abandonando y ha sido sustituida por verborreas enrevesadas e ininteligibles («La indemnización que se pactó fue una indemnización en diferido…«, «Es el vecino el que elige al alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde…«) o por mentiras directas del tipo «No me consta«, «Ese señor» «¿Y la europea?«.
Aspiran a dominar los territorios donde operan eliminando a la competencia y generando monopolios de poder, por lo que su ascensión en nuevos mercados puede dar lugar a enfrentamientos con miembros de otras bandas/partidos, si bien la mayoría de las veces tienden a negociar con pitufos de otros colores para respetarse mútuamente (entre bomberos ya se sabe) y repartirse el botín.
A continuación, un impresionante documento audiovisual grabado con cámara oculta desde dentro de la organización:
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