Actualizado: Sigue aquí los resultados provisionales de la encuesta.
Encuesta.
¿Qué es el iberismo?
Evolución del movimiento iberista.
Denominación y simbología (bandera, himno, capitalidad).
Retos y oportunidades: Organización territorial, forma de gobierno y economía.
Encuesta
Si conoces el movimiento iberista te invito a participar en la siguiente encuesta (para votar necesitas iniciar sesión en Google). En caso de que no estuvieras familiarizado con el iberismo te animo a que sigas leyendo para recabar más información y formarte una opinión antes de dar una respuesta a la pregunta: ¿Estás a favor de la unión entre España y Portugal?
¿Qué es el iberismo?
Yo personalmente he encontrado la mejor respuesta en la fantástica novela «La balsa de piedra» de José Saramago.
Una fantasía política y humana: Una grieta abierta espontáneamente a lo largo de los Pirineos provoca la progresiva separación de la Península Ibérica de Europa, quizá en alusión a como el autor percibía la unificación de Europa, donde los países del sur estaban desplazados, navegando a la deriva sin identidad propia ni vínculos culturales, sociales o económicos con el resto del continente. Pero esa deriva continental se convierte en un viaje de esperanza, una utopía, la utopía ibérica.
Estrictamente, el Diccionario de la RAE define el iberismo, en su cuarta acepción, como la «doctrina que propugna la unión política o una especial relación sociopolítica entre España y Portugal«.
Como corriente de pensamiento político se ha definido como el movimiento hacia la unión entre España y Portugal en una nueva entidad política que extiende su territotio a toda la península (además de las islas). Más concretamente, este movimiento político y cultural propugna el acercamiento y la mejora de relaciones a todos los niveles entre Portugal y España (otros incluyen también a Gibraltar y Andorra) y su unidad política en un nuevo país denominado Iberia.
Además de la cuestión geográfica sin ninguna división natural (la frontera terrestre entre España y Portugal se conoce coloquialmente como La Raya, o A Raia en portugués y gallego), ambos países comparten importantes pasajes de la historia, problemas y temáticas comunes y una evolución entrecruzada coherente con una entidad única.
Evolución del movimiento iberista
Sin profundizar en sus raíces históricas, posiblemente el iberismo se inició en el siglo XVII con José Marchena pero no fue recurrente hasta el siglo XIX, cuando sus ideales fueron promovidos principalmente por movimientos republicanos y socialistas de ambos países. No obstante, el iberismo ha contado con dos corrientes, la fusionista que buscaba la unión ibérica basada en la unidad monárquico-dinástica, y la federalista con ideales republicanos y democráticos.
Pero la ideología iberista no tendría una continuidad histórica relevante, diluyéndose a finales del siglo XIX aunque sin llegar a desaparecer (El sueño del iberismo). Entre las causas del fracaso del proyecto iberista se han destacado las internas (el caos interior de la España de la época y el poco arraigo del movimiento en Portugal) y las externas (los intereses contrarios de Inglaterra y Francia). Pero posiblemente ha permanecido latente hasta nuestros días.
Más recientemente, a partir de 2009, una serie de estudios del Barómetro de Opinión Hispano-Luso (BOHL) mostraron que un porcentaje significativo de habitantes de ambos países no serían contrarios a la unión política de ambos países (El 40% de los portugueses apoya una unión política con España en 2009 y Crece el apoyo a la unión entre España y Portugal en ambos países en 2011).
Según el documento que BOHL presentó en Madrid en su edición de 2011, comparando los resultados con las ediciones previas, se observa que en el Barómetro de 2009 la idea de una Federación de Estados era apoyada por el 30,3% de los españoles y el 39,9% de los portugueses; en 2010, los porcentajes se elevaron hasta el 31%, en el caso de los españoles, y hasta el 45,6% entre los portugueses; y en el Barómetro de 2011 los porcentajes vuelven a subir: un 39,8% entre los españoles y un 46,1% entre los portugueses.
Entre los encuestados favorables a esta unión, se plantean distintos modelos posibles para una eventual integración política, siendo la opción de formar un Estado confederal al estilo de Suiza la que más apoyo recibe en ambos países. Otras posibles opciones que se barajan en la encuesta son, por este orden de aceptación, unirse en un único Estado federal al estilo de EEUU y unirse en un único Estado unitario al estilo de Francia. Además, a lo largo de la historia del iberismo han sido otras las formulaciones, más acordes con sus tiempos, como monarquía única, monarquía dual, confederación de monarquías, república única o república federal.
En cuanto a los encuestados contrarios a la unión, éstos no obstante sí estarían conformes con una alianza estable como países ibéricos en la Unión Europea y ante Latinoamérica (en la línea de integración que defiende actualmente Íber, el Movimiento Partido Ibérico impulsado por Paulo Goncalves), o bien con acordar plenos derechos políticos a los ciudadanos de cada país residentes en territorio del otro.
Progresivamente el movimiento iberista ha ido materializándose en asociaciones culturales y políticas y en otras manifestaciones. Quizá la principal referencia en la red la encontramos en Iberismo.org de la Asociación Iberista (AsIb), «con el objeto de establecer una nítida referencia para el movimiento iberista en internet. De un lado, sirviendo de lugar de encuentro, reflexión y debate para todas aquellas personas u organizaciones interesadas en el iberismo. De otro, sirviendo de plataforma difusora del mensaje iberista en la sociedad. Y además, sirviendo de soporte organizativo y funcional a entidades de cariz iberista«.
Denominación y Simbología
Para muchos iberistas es importante resaltar que una posible unión no debe interpretarse como una agregación o adhesión de un territorio a otro (el más grande se come al chico) ni mucho menos como una asimilación cultural, sino como una fusión que articula una nueva entidad política: Iberia, que disuelve las ideas de España y Portugal y crea nueva nacionalidad.
Aunque realmente quedaría pendiente la cuestión de una denominación definitiva, como pordrían ser República Federal de Iberia (RFI), República Ibérica (RI), Estados Ibéricos (EEII), Estados Confederados Ibéricos (ECI, no confundir con la cadena de grandes almacenes), Hispania, Unión Ibérica, Confederación Ibérica, Reino de Iberia o Reino de Gran Iberia… o simplemente Iberia.
Aparte quedarían otras cuestiones simbólicas como una nueva bandera, himno, capitalidad y demás parafernalia. En la red encontramos muchas propuestas (Bandera e himno), algunas con base histórica real y otras ocurrencias personales. Por ejemplo, aquí una pequeña muestra de propuestas de una bandera para Iberia:
También podemos encontrar otras propuestas curiosas que conjugan bandera e himno, por ejemplo, en YouTube: Iberia-Hispania o República Federal de Iberia.
En cuanto a la capitalidad, aparte de numerosas propuestas (Lisboa, Madrid, Barcelona, Toledo, Mérida, Córdoba, Olivenza…), parece común entre los iberistas el concepto de tricapitalidad con reparto de poderes: Ejecutivo en Madrid, Legislativo en Lisboa y Judicial en Barcelona, que además ahondaría, por su propia separación geográfica, en la necesaria separación de poderes.
Retos y oportunidades: Organización territorial
Más allá de los símbolos, y aceptando los vínculos innegables entre ambos países, son muchos los retos (y oportunidades) que habría que afrontar ante una eventual fusión de ambos países, principalmente en cuanto a la organización política y administrativa, economía fiscal y financiera, equidad jurídica y social, identidades culturales y lingüísticas…
Quizá la nueva división territorial sería la oportunidad de resolver cuestiones polémicas de la actual organización territorial española (¿solución a las cuestiones catalana y vasca?).
La organización política en forma de Estado Confederal estaría compuesta por estados federales o naciones ibéricas, con máximos niveles de autonomía a todos los niveles, todos ellos con idénticos poderes y competencias, y cada uno con su propio gobierno y parlamento y su correspondiente Constitución Federal.
Aquí un mapa con una propuesta de organización territorial:
Retos y oportunidades: Forma de gobierno
En España, la unión también nos daría ocasión de replantearnos la forma de gobierno, para decidir si continuamos con una monarquía parlamentaria o una república. Llegados a este punto, si la unión nos soluciona en España el conflicto territorial y nos abre las puertas a una república, la idea puede empezar a cuajar en más de uno a este lado de la frontera.
Sea cual sea la forma de gobierno decidida, Iberia necesitaría una Constitución donde se estableciera la forma de gobierno, así como el federalismo, las competencias de Estado y naciones, derechos de los ciudadanos…
Entre las posibles opciones de gobierno, buscando evitar una excesiva burocracia central, algunos se han mostrado favorables a una República presidencialista cuyo Jefe del Estado, elegido de forma directa por los votantes y no por el Congreso o Parlamento, además de ostentar la representación formal de la unión, fuera también parte activa del poder ejecutivo como Jefe de Gobierno. Por ejemplo, el Presidente de Iberia como representante máximo de la República estaría presente en el palco para ver a la selección ibérica de fútbol con Cristiano Ronaldo (perdón, se me va la olla).
Este gobierno y el parlamento de la unión conservarían, respectivamente, funciones ejecutivas y legislativas encaminadas a la cohesión, equidad y solidaridad entre estados federales o naciones ibéricas.
Retos y oportunidades: Economía
Respecto a la economía, paradójicamente, la actual cesión de soberanía económica a favor de Europa, y la moneda y el Banco Central compartidos, nos deja en una situación de partida común y quizá facilitadora del proceso de unión.
Otra cosa sería la suma de sendas deudas en una gran deuda global y la debilidad económica e industrial de ambos países. Aunque también habría que considerar que aumentaría el potencial de eficiencia económica al utilizarse mejor y de forma compartida los recursos del territorio. Con todo, Iberia sería una superpotencia económica en Europa y ganaríamos peso político y estratégico en base a nuestra ampliada extensión geográfica y demográfica. Y también a nivel mundial.
Quizá también sería ocasión de replantearse la actual incapacidad de tomar decisiones económicas, actualmente bajo la presión de la Troika, y estudiar la posible salida del euro (permaneciendo en la Unión Europea, como Reino Unido) para establecer los mandos de un nuevo rumbo económico que incluiría una nueva moneda, los iberios.
Otra cuestión a resolver sería la desigualdad económica, especialmente en tiempos de crisis, entre los estados ibéricos y también entre sus ciudadanos, así como la equidad jurídica en derechos y deberes, que necesitaría de suficientes resortes desde la Confederación y de homogeneización fiscal en todo el territorio.
Para terminar
Empecé con el libro de Saramago y termino con unas palabras suyas:
«Los portugueses aceptarían la integración territorial, administrativa e estructural con España si fuese bien explicada. Con diez millones de habitantes, (Portugal) tendría todo que ganar en cuanto a desarrollo, y no sería una cesión ni acabar con el país, continuaría de otra manera. No se dejaría de hablar, de pensar y de sentir en portugués, (…) y no seríamos gobernados por españoles, habría representantes de los partidos de ambos países en un parlamento único con todas las fuerzas políticas de Iberia.«
El movimiento iberista todavía tiene un largo camino por recorrer (si es que lo hace alguna vez, o queda en utopía de política-ficción), avanzando y retrocediendo según los tiempos, pero si en algún momento empieza a caminar, su ruta pasará inevitablemente por una consulta popular a modo de referéndum.
Y llegados a este punto, como modesto avance de aquel, te vuelvo a preguntar: ¿Estás a favor de la unión entre España y Portugal? Si no has respondido antes, ahora puedes votar en la encuesta (necesitas iniciar sesión en Google).
2 Replies to “Ni España ni Portugal: Iberia. Encuesta y política-ficción”
Uno de las grandes apuestas en materia educativa habria de ser el bilingüismo (castellano y portugués/gallego) en todos los niveles.
Despues de viajar a Portugal,y estar 4 dias por gran parte del territorio,estoy de acuerdo que seria una buena idea.Respetando el Satatus Quo actual…y ampliando reformas,de union y usos compartidos.